¿Cada cuanto actualizar mis sistemas AIX?

Es una pregunta que nos plantean numerosos clientes, y cuando contestamos con sinceridad son pocos los que siguen nuestros consejos 🙂

A menudo tenemos complejos sistemas funcionando sobre nuestras VMs (LPARs ) donde el sistema operativo es solo una de las capas y a menudo de las más “olvidadas”. Cada fabricante de software tiene sus propios ciclos de soporte y recomendaciones de cara al sistema operativo. Incluso en muchos casos, nos encontramos con software crítico que solo está soportado en versiones sin soporte de AIX, valga la paradoja.

Otro tema es los tiempos de parada que nos permiten nuestros entornos. Sería ideal instalar parches y actualizaciones mensualmente, pero los necesarios reinicios y comprobaciones a veces obligan a posponer estas operaciones. El que escribe este post, está convencido de que muchos más sistemas estarían sin actualzar si no fuera porque lo primero que te dicen cuando llamas a soporte de IBM es algo así como “dígame el nivel de actualización de todo su software y mientras este no esté a los últimos niveles ya sabe lo que le toca hacer antes de volver a llamar”. Luego está el dicho de “si no está roto no lo arregles” y las leyendas de AIX en versión 1.0 funcionando 15 años sin dar ningún problema.

Desde nuestro punto de vista, siempre que sea posible recomendamos mantener el sistema operativo actualizado y en soporte. Si no, cuando algo vaya mal perderemos el doble de tiempo: primero actualizar y luego resolver el problema. Son muchos los fallos que se documentan cada año y que estando al nivel correcto podemos evitar.

Para sistemas antiguos funcionando con AIX 5.2 or 5.3 podemos migrarlos a sistemas POWER7 usando WPARs versionadas, ampliando su soporte unos años más mientras preparamos la inevitable migración a una versión reciente de AIX.

La instalación de actualizaciones, con una buena política de cambios, sistemas de test y pre-producción, y siguiendo las recomendaciones de IBM (multibos, alt_disk_install, etc) que nos garanticen una vuelta atrás con un simple reinicio no debería ser un problema. Por no hablar de otras tecnologías como Live Partition Mobility y PowerHA que nos permiten mover VMs y recursos entre sistemas minimizando los tiempos de parada o caída de nuestros sistemas.

Para grandes entornos, disponemos incluso de geniales aplicaciones como Tivoli Endpoint Manager que permiten automatizar las políticas de actualizaciones de todo tipo de sistemas, pero de eso ya hablaremos otro día.