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La evolución de la arquitectura Power siempre ha sido un tema que genera curiosidad y debate en nuestra comunidad. Con cada nueva generación, IBM ha intentado equilibrar innovación con las demandas del mercado, aunque no siempre con el impacto esperado. Ahora, con la llegada inminente del Power11, es hora de analizar lo que podría venir y lo que esperamos que IBM haya aprendido en estos años. Te dejamos también por aquí lo que le pedimos a Power11 (si los deseos se cumplieran…🙄)
IBM Power11 podría incluir los modelos (por confirmar y sujeto a errores):
La nomenclatura “S1112”, no es puro azar: el “1” indica que es un sistema con un solo zócalo de procesador, y el “2” señala que es un sistema de 2U (dos unidades de rack de altura).
Aunque los detalles exactos siguen siendo un misterio, si algo nos ha enseñado la trayectoria de Power desde 2010 es que cada generación responde, de una forma u otra, a un mercado en constante evolución.
Así pues, ¿qué está en mayor evolución que la IA? Una de las CONFIRMACIONES más interesantes es la integración del Acelerador IBM Spyre. Este componente, diseñado para IA, promete revolucionar el procesamiento de IA generativa y modelos complejos.
El coprocesador IBM Spyre tiene una gran importancia estratégica, ya que podría posicionar a IBM como un competidor clave en un mercado altamente competitivo, donde actores como NVIDIA con sus GPUs (la recién anunciada RTX serie 50) y las nuevas arquitecturas basadas en RISC-V están ganando terreno rápidamente. Este movimiento representa una apuesta por avanzar en el campo de la computación de alto rendimiento, permitiendo a IBM ofrecer soluciones más especializadas y eficientes, especialmente para la inferencia de modelos de Machine Learning (ML), que responden a las demandas del mercado actual.
El procesador Power11 ofrece mayores velocidades de reloj y hasta un 25% más de núcleos por chip que el Power10. Este procesador sigue mejorando las capacidades clave que introdujimos con Power10, como una mayor fiabilidad, disponibilidad y características de servicio (RAS), mejor eficiencia energética y gestión de la energía, además de una seguridad cuántica mejorada.
Sabemos que el procesador Power11 aprovechará la nueva tecnología de condensadores integrados apilados (ISC), junto con innovaciones en refrigeración como disipadores de calor mejorados y ventiladores más eficientes.
Esto permitirá optimizar la entrega de energía, mejorar la resistencia de los hilos y núcleos, y aumentar la capacidad del sistema.
La integración de memoria DDR5, junto con la continuidad de la Arquitectura de Memoria Abierta (OMI), refuerza la estrategia de Power11, posicionándolo como una plataforma no solo más potente, sino también más eficiente en términos de energía. La memoria DDR5 ofrece un rendimiento superior y un mayor ancho de banda, lo que permitirá a Power11 manejar cargas de trabajo más exigentes sin sacrificar la eficiencia energética. También se ha confirmado la compatibilidad de memoria DDR5 de los Power10 (y posiblemente la DDR4 también), lo que permitirá la reutilización de memorias de los equipos que se renueven.
Además, estamos en vísperas de la memoria DDR6, lo que podría llevar aún más a la vanguardia los futuros servidores Power si se integrase en el futuro.
Otro de los aspectos clave que podría potenciar la capacidad de Power11 es la integración de KVM (Kernel-based Virtual Machine), una de las soluciones de virtualización más flexibles y eficientes en el mundo de la infraestructura IT. Con KVM, Power11 podría ofrecer un soporte completo para máquinas virtuales Linux, lo que lo posicionaría como una plataforma aún más abierta y escalable, adaptándose perfectamente a entornos multinube y soluciones híbridas. Esto no solo optimiza el uso de recursos, sino que también facilita la gestión de cargas de trabajo más complejas y dinámicas.
El uso de KVM en Power11 reflejaría un enfoque de virtualización más abierto, alineado con las mejores prácticas del mundo Linux. Al permitir la virtualización en capas adicionales, Power11 podría proporcionar una plataforma eficiente para empresas que buscan consolidar infraestructuras y reducir costos operativos, al mismo tiempo que mejoran la flexibilidad y escalabilidad de sus sistemas.
Power11 no solo es una nueva generación de hardware; es una oportunidad para que IBM realinee su estrategia y recupere la conexión con su comunidad. Si logra equilibrar la innovación tecnológica con un enfoque abierto y colaborativo, podría ofrecer una plataforma versátil, potente y, sobre todo, relevante para un mercado que exige flexibilidad y modernidad.
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