La importancia de la ciberseguridad en el sector sanitario

Los hospitales, los centros de salud y todos los elementos que componen el sector sanitario dependen en gran medida del buen funcionamiento de sistemas informatizados. De hecho, estos son indispensables para realizar tareas clínicas y administrativas a cualquier hora durante todos los días del año. Por todo ello, y teniendo en cuenta la alta sensibilidad de los datos clínicos de los pacientes, la prevención en materia de ciberseguridad se antoja imprescindible. Los robos o malos usos de ellos pueden tener consecuencias devastadoras.

Ciberataques a hospitales y centros de salud, una práctica poco novedosa

Es curioso, pero tradicionalmente los complejos que componen el sector sanitario han cuidado poco o nada sus procesos en materia de ciberseguridad. De hecho, se ha considerado como un sector de escaso interés para los ciberdelincuentes, cuando realmente podría decirse todo lo contrario.

Es cierto que, con la llegada de la pandemia de COVID-19, los ciberataques se han multiplicado y han pasado a cobrar más relevancia a nivel mediático. Sin embargo, no son los primeros. Por ejemplo, las diferentes organizaciones que componen el sector de la salud en los Estados Unidos cifraron las pérdidas que ocasionó esta actividad delictiva en 2019 en más de 4000 millones de dólares.

Los riesgos de no cuidar la ciberseguridad en el sector de la salud

Pero ¿cuáles son los principales motivos por los que los ciberdelincuentes se centran en el ataque a hospitales y centros de salud? Fundamentalmente, podemos citar los siguientes:

  • Robo de la información clínica de los pacientes.
  • Robo de la identidad de los especialistas médicos.
  • Acceso a datos confidenciales de pacientes.
  • Compra y venta de información clínica en el mercado negro.

Esto releva la importancia de contratar a un profesional experimentado con una carrera en ciberseguridad. Pero hay más. Por ejemplo, en los últimos años, la cifra de dispositivos médicos que funcionan conectados a Internet ha crecido exponencialmente. Y, con ellos, el riesgo a sufrir un ciberataque. De hecho, es de prever que esta tendencia continúe al alza durante bastante tiempo.

Estos dispositivos utilizan tecnología del denominado como Internet de las Cosas (Internet of Things o IoT) y, a pesar de su indudable utilidad en el sector sanitario, la mayor parte de los ciberataques van dirigidos hacia ellos. La falta de protección y la vulnerabilidad que presentan ante los hackers hace que, en demasiados casos, la seguridad del usuario final se vea comprometida por ellos.

La fórmula preferida de los ciberdelincuentes para atacar a los dispositivos IoT del sector sanitario

No hay duda de que los archivos y programas maliciosos ransomware son los más utilizados por los ciberdelincuentes a la hora de atacar a centros de salud, hospitales y otros lugares especialmente vulnerables dentro del sector sanitario.

Un ransomware es un programa que se descarga, instala y ejecuta en el equipo gracias a Internet. Al hacerlo, ‘secuestra’ todo el dispositivo o parte de la información que almacena y, a cambio de su liberación, solicita un rescate económico (de ahí su nombre).

La eliminación de estos archivos y programas maliciosos no es excesivamente compleja para los especialistas en seguridad informática, pero las consecuencias que pueden tener sobre los hospitales y centros médicos son de mucha consideración. Por ejemplo, conllevan:

  • Interrupción de los procesos operativos del centro, al menos, en los equipos IoT afectados.
  • Incapacidad de acceder a la información de los pacientes y a sus pruebas diagnósticas.
  • Necesidad de restaurar sistemas y copias de seguridad.
  • Daño en la reputación corporativa del centro o empresa tras sufrir el ataque.

Todo esto conlleva un coste económico muy importante desde el punto de vista empresarial. De hecho, puede llegar a ser tan elevado que la inversión que supone implantar las mejores soluciones en ciberseguridad suene ridícula. El mero hecho de restaurar los sistemas es una tarea que puede detener la actividad del centro médico durante casi un día.

¿Cómo prevenir los ciberataques en el sector de la salud?

Curiosamente, la mejor manera de prevenir los ciberataques a equipos IoT es mediante la inversión estratégica en dichos dispositivos. Es decir, haciendo un mayor y mejor uso de ellos. Cada vez existen más tecnologías que permiten controlar los accesos, bloquear ataques por parte de archivos maliciosos y, en definitiva, salvaguardar la información y los procesos críticos con la menor intervención humana posible.

La realidad es adquirir una infraestructura de equipos, de programas y de personal especializado dentro de un hospital o centro médico puede llegar a suponer una inversión inasumible. Sin embargo, existen alternativas. La más interesante de ellas es la que pasa por la implementación de soluciones en la nube. La reducción en los costes es muy notoria y las soluciones ofrecidas resultan muy eficaces.

En estos momentos, las soluciones SaaS (Software as a Service) son las más utilizadas en aquellos centros médicos que utilizan plataformas en la nube para sus sistemas. Pero, para que funcionen, es necesario plantear una estrategia de ciberseguridad de los datos previamente al volcado de los datos en los servidores. Los mecanismos de cifrado y encriptación son básicos en este punto. Una tarea bastante sencilla y totalmente automatizable que puede suponer un retorno de la inversión realmente elevado.

En definitiva, el sector sanitario, tanto en lo que compete a hospitales como a centros de salud, es especialmente delicado en materia de ciberseguridad. Sobre todo, desde que la mayoría de sus procesos dependen de dispositivos IoT muy sensibles a la acción de los hackers. Sin embargo, las ventajas que brindan en materia de eficiencia y productividad hacen indispensable su uso. Teniendo esto claro, resulta obvio que la inversión en proteger esos sistemas, la cual debe ser realizada siempre desde una perspectiva estratégica, es imprescindible.

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